Frente Popular Provincia de Buenos Aires
Rodi Farberoff 2011: PRIMA DE RIESGO ó ABUSO FINANCIERO
PARA UN MUNICIPIO MEJOR, UN INTENDENTE DIFERENTE

PRIMA DE RIESGO ó ABUSO FINANCIERO

 IV Encuentro Internacional de Economía
IV International Economics Meeting
Organizado por la Fundación Centro de Investigaciones Económicas de Córdoba
Organized by the CIEC Foundation

La construcción de una economía solidaria
basada en la justicia, la libertad y la paz.
Analitical bases to build up Economic Humanism

PRIMA DE RIESGO
(¿Indicador Objetivo?)
ó
ABUSO FINANCIERO
(Superutilidades Bancarias)
Una restricción a tener presente en todo diseño
de política económica al servicio del bienestar de
la comunidad

Autor:
Dr. Rodolfo F. Farberoff
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA NACIONAL
24 al 27 de Julio de 2002
July 24-27, 2002
Córdoba, Argentina
 __________________________________________
La economía como toda disciplina científica intenta elaborar sistemas explicativos y predictivos. En un primer estadío trata de proveer las claves de inteligibilidad del  comportamiento de un sistema determinado, para que en una segunda etapa esas claves de
inteligibilidad se transformen en teoría aplicable a predecir el comportamiento de todos los sistemas de la misma naturaleza que el explicado.


Bajo este marco conceptual, ¿qué lección nos deja el crack del sistema económico argentino, que eclosionó a partir de diciembre del año próximo pasado (2001) y que impactó e impacta con toda virulencia en los estratos más deprimidos y desprotegidos de la pirámide social?
Con toda seguridad los estudiosos de la economía sacarán un sinnúmero de conclusiones sobre lo que ha sucedido y sucede en nuestra economía doméstica. Por nuestra parte nos interesa abordar de manera abreviada un aspecto focal del problema. Esto es, la crisis del sistema financiero argentino, y en especial, la captura de los fondos bimonetarios (en pesos y en dólares) depositados por pequeños y medianos ahorristas, que a la fecha los bancos se niegan a reintegrar tal como fue pactado en valores y tipo de moneda, apelando para ello a diversos argumentos, cuyo análisis excede el alcance previsto para la presente Ponencia.
Amén de otras valoraciones, lo concreto es que los bancos en la Argentina han venido  cobrando desde hace un largo tiempo a esta parte, los tipos de intereses activos más altos del orbe, que apareados con las tasas pasivas que les han pagado a los ahorristas, les resulta un
diferencial de tasas (spread) sin parangón en los mercados financieros globales (p.e.: en la Comunidad Económica Europea el spread oscila entre 1 y 2 puntos porcentuales).
Esquemáticamente podemos decir que la tasa de interés normal observada (i) surge de la sumatoria de dos tasas: la tasa de interés real (ir), más el premio por la tasa esperada de inflación (pi). Esto se conoce como efecto Fisher (Irving Fisher). A su vez, la tasa de interés real (ir), se compone de una tasa libre de riesgo (is/r) a la que se le adiciona el premio o prima de riesgo (pr), donde hemos de incluir el riesgo soberano o riesgo país, y el riesgo cambiario. Resumiendo entonces, el tipo de interés observado será: i = is/r + pr + pi .


La tasa libre de riesgo (is/r) es la que refleja el valor tiempo del dinero, es decir la compensación del prestamista por postergar un consumo presente por la expectativa de un consumo futuro. Una referencia extendida de este guarismo es la tasa de interés que pagan
bonos de igual duration emitido por el Tesoro de EE.UU.; por lo tanto, el valor puntual de la tasa (is/r), ha sido en los últimos años muy bajo . Por su parte, dado el funcionamiento de las variables económicas a partir del plan de convertibilidad del año 1991, el componente inflacionario (pi) ha asumido el valor 0. En consecuencia, el factor que ha elevado significativamente el valor final de los tipos de interés (i) es la prima de riesgo (pr).


Presentado el tema, nuestro juicio de mérito es el siguiente: ¿cómo debería haber funcionado el producto de la aplicación de este premio al riego (en pesos y en dólares)? O dicho de otra manera ¿qué destino le deberían haber dado las instituciones financieras a los dineros percibidos por aplicación de esta última subtasa (pr), en especial en la elevada cuota-parte asociada al riesgo soberano o riesgo país? No cabe duda que deberían haberles dado el trato financiero que se corresponde con toda prima de seguro (destino cobertura), a los efectos que, producido el siniestro por el cual cobraron la prima, se tuviera el respaldo suficiente para restaurar el daño emergente. En La Argentina el siniestro ocurrió en diciembre del año 2001, pero los bancos se han negado a reparar el daño emergente, declarando un default de hecho.



¿Cómo direccionó la banca los dineros excedentes que han obtenido por cubrirse del riesgo soberano, que les permitió elevadísimos spread, atento a la relación asimétrica que han establecido entre las tasas activas y las pasivas, en desmedro de estas últimas? Les han dado
tratamiento de superutilidades (abuso financiero, en este caso), que en mayor o menor cuantía han invertido especulativamente en bonos del Estado a valores depreciados con tasas internas de retorno exorbitantes (el factor de descuento utilizado para determinar el valor actual de los
bonos, también incluye el mentado premio al riesgo) y/o han remesado a sus casas matrices en el caso de filiales locales de bancos extranjeros.


Estos últimos, por su parte, ante la crisis han exteriorizado decisiones que en la práctica implican una negación de corresponsabilidad en la gestión de sus sucursales frente a los ahorristas nacionales (habrá que repasar la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia conocida como fallo Parke Davis, que se aplicó en la década del setenta para resolver la quiebra del frigorífico Swift, propiedad el grupo Deltec).


Esta es la explicación que damos del funcionamiento de esta parte del sistema financiero argentino contemporáneo. Luego, podemos inferir (predecir) que esta dinámica puntual del sistema descripto se habrá de repetir en los países como La Argentina tantas veces como el fenómeno se presente de manera análoga, si no mediaran decisiones de política que ubiquen al sistema financiero en el lugar que le corresponde en la búsqueda de la construcción de una economía al servicio del hombre.


Esto es, que el sistema financiero esté al servicio del capital productivo, que a su vez debe estar al servicio de la economía general, y esta al servicio del bienestar de la comunidad.
 

Buenos Aires, abril de 2002.-

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